No, no voy a hablaros de una historia de amor entre el famoso faraón y yo, sino que aprovecho que se está hablando de él en los medios de comunicación (porque se ha descubierto que el pobre -es un decir- murió de malaria y problemas de huesos) para contaros cómo fue nuestro encuentro ya que no os hablé mucho de él cuando os conté mi viaje por Egipto.
Pero antes, como ya se ha hecho habitual, tengo que pedir perdón por la tardanza en publicar. Es cierto que he tenido un poco olvidado el blog pero tengo mis motivos: primero que me quedé muy tocada tras el concurso de Holanda (vamos que me veía yo a estas alturas en Amsterdam), y segundo que con tanto frío y nieve (de momento, ha nevado cuatro veces en Madrid, y eso es muuuuuy raro) he estado hibernando lo que he podido. Sí, ya sé que las ovejas tenemos el abrigo incorporado pero el mío, al ser de peluche en vez de pura lana de oveja, no abriga tanto ;-). Pero bueno, ya estoy de vuelta y aunque sé que había prometido seguir contando mi viaje por Turquía-Grecia, hago un impass para hablaros del faraón y prometo que en breve vuelvo a postear para contaros la siguiente entrega de mi viaje más largo y sonado; entrega que, para que vayáis abriendo boca, se titulará "Vacaciones en el mar" ¿a qué suena bien? ;-)
En fin, a lo que iba. Ya digo que en su momento no os hablé mucho de Tutankamón y además se me quedó una espinita clavada al no poder hacerme una foto con la famosa máscara. Y es que resulta que en el museo egipcio del Cairo no dejan pasar cámaras, al menos cuando nosotros estuvimos porque en Google he visto fotos de gente que se hizo fotos dentro, pero bueno. Ya os dije que lo de la seguridad era un poco particular, hasta el punto de que pasábamos por un montón de arcos de seguridad cuando entrábamos en muchos sitios y, según íbamos pasando, iba pitando porque a nadie le hacían dejar los objetos metálicos ni nada (mi padre dice, de cachondeo, que el egipcio de turno iría diciendo "tú no tienes pinta de terrorista, tú tampoco, tú tampoco..."). Pero el caso es que en el museo del Cairo sí que había que pasar las mochilas por un escáner y demás, y estaba prohibidísimo hacer fotos (para poder venderte el catálogo, claro), con lo que directamente mi papi se dejó la cámara en el bus, no fuera que se quedara sin poder entrar al museo.
Y es que el sitio merece la pena, aunque esté muy viejo comparado con los museos europeos. Lo que allí hay es, como no podía ser de otro modo, increíble. Por supuesto la joya de la corona es el tesoro de Tutankamon que, como sabréis, es el único de un faraón que se descubrió intacto, y la maldición del faraón y todas esas historias que todos habréis oido. Pues bien, el caso es que el tesoro de Tutankamon no se puede describir con una sola palabra, hay que usar dos: im-presionante ;-) ;-) ;-) Viendo la cantidad de cosas y joyas que había en una tumba tan pequeña (un poco más abajo os hablo de ella) una se pregunta qué no habría en la de Ramses II, el Grande... pero, claro, eso nunca lo sabremos. Y bueno, de entre todas las cosas, por supuesto lo más llamativo es el sarcófago (el que veis arriba) y, cómo no, la máscara de Tutankamón; una maravilla que habréis visto mil veces en fotos pero que no apreciaréis nunca hasta que no la veáis en persona (es un decir). Es realmente tan bonita y está tan bien hecha (hablamos de hace como cuatro mil años, que no es moco de pavo) que parece mirarte... Ya os digo, hay que verla para apreciarla y es impresionante.
Y es que el sitio merece la pena, aunque esté muy viejo comparado con los museos europeos. Lo que allí hay es, como no podía ser de otro modo, increíble. Por supuesto la joya de la corona es el tesoro de Tutankamon que, como sabréis, es el único de un faraón que se descubrió intacto, y la maldición del faraón y todas esas historias que todos habréis oido. Pues bien, el caso es que el tesoro de Tutankamon no se puede describir con una sola palabra, hay que usar dos: im-presionante ;-) ;-) ;-) Viendo la cantidad de cosas y joyas que había en una tumba tan pequeña (un poco más abajo os hablo de ella) una se pregunta qué no habría en la de Ramses II, el Grande... pero, claro, eso nunca lo sabremos. Y bueno, de entre todas las cosas, por supuesto lo más llamativo es el sarcófago (el que veis arriba) y, cómo no, la máscara de Tutankamón; una maravilla que habréis visto mil veces en fotos pero que no apreciaréis nunca hasta que no la veáis en persona (es un decir). Es realmente tan bonita y está tan bien hecha (hablamos de hace como cuatro mil años, que no es moco de pavo) que parece mirarte... Ya os digo, hay que verla para apreciarla y es impresionante.
Donde tampoco me pude hacer la foto fue en la tumba de Tutankamon; bueno sí, en la entrada de la tumba sí (la foto ya os la enseñé pero de todos modos la he vuelto a poner que mola) pero no en la tumba propiamente dicha, osea dentro, porque tampoco dejaban hacer fotos. Por cierto que para entrar hay que pagar aparte (y en la puerta principal, si no ya no puedes), razón por la cual sólo entramos del grupo mis papis y yo y una pareja de Córdoba que se hicieron amiguitos (aunque luego salieron rana:-(). Ya digo que hay que pagar aparte pero merece la pena. La tumba es pequeñita, nada que ver con la de los grandes faraones que se pueden visitar en el Valle de los Reyes (para los que no han estado, el valle con las tumbas está cerca de Luxor y bastante lejos de El Cairo que es donde está el museo con el tesoro de Tutankamón) pero, aún así os lo recomiendo. Sólo son tres estancias (si no recuerdo mal) y las pinturas de la cámara principal (ver foto de abajo) tampoco son para tirar cohetes, pero sólo pensar que estás en la verdadera tumba, ésa de la que tantas veces has oído hablar, resulta por lo menos emocionante. Y bueno, creo que eso es todo lo que os puedo contar de Tutankamon ¿os ha gustado?
Besitos
Besitos
6 comentarios:
Una info muy importante como la del precio de las entradas. Gracias por la info.
Saludos!!
Viaje al atardecer
All About Cities
Jo Laura, acabo de publicar y ya estás comentando ¡qué rapidez la tuya! ;-)
Pues verás, entre que hace como cuatro años (y habrá subido) y que mi papi no se acuerda pues no te puedo decir. Lo que sí recuerda es que lo sabía por algunos foros en los que investigó antes del viaje. De todos modos, ya me gustaría pero sabes que mi propósito no es dar información para los viajes sino contar mis peripecias y, como mucho, animar a la gente a que vaya a visitar estos lugares. El que quiera saber esas cosas mejor que se pase por tu blog ¿no? ;-) ;-) ;-)
Besitos de peluche
Hola!!!!!!!!!
En primer lugar pido disculpa, es que estuve distraída, primero con la cosecha d trigo y después unos días de descanso…
Veo que el peluche esta un poco distraído como yo, ahora somos dos, jijijiji
Muy buen articulo, te felicito.
Un abrazo de oso.
Hola Común ¿qué tal por allá?
No sé por qué pides perdón pero, perdón concedido, faltaría más ;-) Yo sí que tengo motivos aunque, como mi papi dice, este es un "blog de largo recorrido"; osea que lo mismo me tiro más de un mes sin publicar, como esta vez, pero siempre estoy ahí... :-)
Un abrazo de peluche para ti
A mí tb me moló mucho la tumba cuando la visité... aunque bueno, todo Egipto me encantó... ;P
dirty saludos¡¡¡¡¡
Hola Dirty, pues sí, estoy contigo, todo Egipto moooola :-)
Gracias por comentar
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