
Ha sido casualidad que después de hablaros de mi amigo Pepe, el zorrillo apestoso francés, mi siguiente post sea precisamente para hablaros de mi viaje a la capital de
Por supuesto estuvimos en el Louvre viendo, entre otras, a (aquí al lado tenéis la foto). Madre mía en mi vida había visto tanta gente haciendo fotos al mismo tiempo… hay que pegarse para poder llegar a la primera fila y ver esa maravilla de cuadro.
Otra cosa chula de Paris es la torre Eiffel. Es una de esas cosas que parece que parece que por tópicas no te van a gustar y la verdad es que molan. La vista, por supuesto, es una pasada, aunque miras para todos lados y dices, sí, es París pero como que me falta algo (la torre Eiffel, claro). Por cierto, mi papi, con dos narices, se atrevió a cometer el mayor pecado del mundo para un francés… comerse un croissant mojándolo en el café y encima en la mismísima torre Eiffel….
PD: por cierto, por si no os habéis dado cuenta, este blog ya lleva ¡¡más de un año!! ¡¡¡y eso que sólo soy una oveja de peluche!!
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