martes, 16 de junio de 2009

Mezquitas, kebaps y compras

Bueno, me he hecho de rogar pero sigo con el viaje que os estaba narrando, y os voy a contar más cosas de Estambul como ya os dije. Para empezar, os digo qué en la foto estoy delante de la Mezquita azul, una de las más famosas del mundo por ser de las pocas que tienen seis minaretes. Lo de azul viene por el color de los azulejos que decoran el interior aunque, la verdad, es que nosotros no lo vimos tan azul.

Lo curioso de la foto es que está hecha en la plaza principal de la ciudad donde están situadas, una frente a otra, Santa Sofía y la Mezquita azul; osea que para hacerme ambas fotos sólo tuvimos que girarnos y voilá. Por cierto, la mezquita también tiene una
cúpula enorme pero bien sujetadita por cuatro enormes columnas, eso a pesar de estar hecha siglos después que Santa Sofía.

Muy cerquita de allí está la cisterna, un depósito de agua subterráneo construido en la época romana y muy curioso, y el Palacio de Topkapi, donde vivían los Sultanes del Imperio otomano. En fin, la verdad es que hay un montón de cosas que ver así que sólo os puedo decir que merece la pena ir, y si lo hacéis tampoco os perdáis las vistas desde la torre Galata, con una preciosa panorámica de la parte antigua de Estambul.

¿Más cosas? Que si te gustan los kebap lo vas a flipar porque Estambul
huele a kebap por todos lados porque en cualquier esquina te encuentras una máquina de ésas que van haciendo girar la carne. Eso sí, allí no lo comen igual que aquí; normalmente lo comen con pan normal o sin pan o en forma de rollo… Además, se puede comer muy barato, o también caro (si te sientas en una terraza, por ejemplo). En la foto de aquí al lado veis a mi papi comiéndose “el kebap” (doble de cordero en un sitio que hasta pesaban la cantidad de carne) en una terraza cerca del mercado egipcio.


Este mercado, también conocido como el de las especias, estaba bastante cerca de nuestro hotel, pero algo más lejos (a tiro de un moderno tranvía) teníamos el Gran Bazar de Estambul, un mercado cubierto que es todo un mundo, tanto que no es difícil
perderse dentro. Allí se puede comprar casi de todo, incluido ropa y complementos de las mejores marcas del mundo (falsos claro, que eso es todo un arte en este país). Por supuesto, el regateo es una norma y allí mi padre tuvo que sudar porque los turcos son bastante pesados y duros negociantes. Siempre cuenta la historia del turco que le vendía un cinturón de piel bastante caro; él le ofreció una tercera parte del precio y como no colaba se largó. ¿Qué hizo el turco? Le empezó a perseguir por el mercado al grito de ¡catalán, catalán! Mi padre le aclaró que de catalán nada (y no es por faltar, que precisamente íbamos con dos chicas de allí –besitos Pili y Montse-) y al final lo compró por la mitad del precio.

Bueno aunque podría contar mil cosas más, vamos a dejar Estambul para embarcarnos en un circuito por la Capadocia… pero eso será en el próximo post.
Besitos


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6 comentarios:

Netambulo dijo...

¡¡Guau!! Eso es un Kebap en condiciones y no lo que nos venden aquí.

Venga, a ver si esa Capadocia no se hace esperar demasiado... ;-)

Molly, un saludo a los papis.

J.

Molly dijo...

Hola Netámbulo

Tranquilo que no hay prisa... que si me doy mucha se me acaba la cosa
Gracias por comentar y muchos besos de peluche

Unknown dijo...

Queremos Capadicia ya, que este veranito me veo por allí!

Molly dijo...

Esta bien, está bien, por aclamación popular prometo hablaros de la Capadocia en breve... Por cierto, si eres el Miguel Angel que yo creo, ex-compi de mi papi, un abrazo fuerte, si no, un abrazo un poco más flojo y, en cualquier caso, gracias por comentar :-)

Deprisa dijo...

Un sitio que tengo pendiente en mi lista de viajes. Me quedo con la nota del mercado de especias. los que he visitado en otras ciudades me han fascinado, no sé, tienen algo (además del olor)

Molly dijo...

Hola Deprisa

Pues te recomiendo la visita a Estambul; el mercado egipcio es pequeñito pero efectivamente tiene mucho encanto; el Gran Bazar es otra cosa, como un pequeño mundo en sí mismo; en cualquier caso bien merece visitar ambos y todo lo demás que se puede ver en esta increíble ciudad

Saludos