Campeones, campeones, oé, oé, oé

En fin, dado que ya me liberé de complejos y proclamé a los cuatro vientos mi afición por el Real Madrid, no podía dejar de cantar el campeones, campeones después del triunfo de ayer. La foto es un montaje porque ya me hubiera gustado estar allí pero, claro, me tenían que llevar y dice mi papi que no estaba la cosa para ir a la Cibeles con mi mami y su barrigón y la pequeñaja pudiendo salir en cualquier momento (sí, Sofía sigue ahí dentro; y si el miércoles no ha salido lo más probable es que el Doctol Grijander la obligué a hacerlo). Por cierto, el que sí estuvo fue mi amigo Netámbulo.

Me cuenta mi papi que él si que vivió una celebración en la Cibeles, cuando la séptima (aunque también estuvo cuando la octava) y que entonces fue realmente grande. Y es que la Séptima era una copa muy deseada… treinta y tantos años sin ganar la copa de Europa y por fin se consiguió ¡sí que tuvo que estar bien! Pero claro, entonces yo no había nacido… así que ahora lo que hace falta es que en el Madrid empiecen a hacer las cosas bien y podamos ir (y que mi papi nos lleve, incluida Sofía si hace falta) pronto a celebrar la décima. De todos modos me lo pasé en grande celebrándolo con Tina (tan blanca como yo) y mis novietes Hans y Rudolph que aunque son del Bayer ya son madrileños de adpción y madridistas de corazón.

Por cierto, saludetes a mis amigos del Barça (Pepe y Jose Alberto, Dani, Pilar y Montse, David y Raquel, Rafa, Feno y Sonia, -José ¿tú eras del Bilbao, no?- y alguno más que ahora no me viene a la cabeza)… unas veces se gana y otras se pierde… Campeones, campeones, oé, oé, oé.