El otro se llama Rudolph (el de la izquierda), también es alemán y también se lo trajo mi papi, pero esta vez de Berlín. Rudolph me tiene preparado el ramito de novia pero yo sigo erre que erre defendiendo mi soltería. Y es que soy una oveja muy independiente y si aceptara casarme con alguno de ellos se me iban a acabar los viajes, vamos digo yo…
viernes, 2 de marzo de 2007
Mis pretendientes
Aunque ya os conté mi affaire con Dusan, mis pretendientes de verdad son estos dos simpáticos ositos. Primero llegó Hans (aunque mi mami se empeñé en llamarle Jens en recuerdo de un rubio teutón que conoció), el más alto, que rescató mi papi de un orfanato de Munich. Se lo trajo cuando estuvo de viaje allí y, por cierto, no me llevó con él. No sé qué habrá en Munich para hacerse una foto pero yo, por pendonear un poco, me hubiera ido con él sin dudarlo. Lo que pasa es que mis papis llegaron a un acuerdo y sólo me llevan de viaje cuando van los dos juntitos. Por eso me pierdo cuando mi papi se va de viaje por trabajo al extranjero, aunque afortunadamente no es muy a menudo. En fin, el caso es que Hans lleva cortejándome unos añitos con la sombrillita para que no me dé una solanera (como soy muy blanquita).
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