La crisis y los achuchones de Sofía

Hola a todos. Una vez más tengo que pedir perdón por haber tardado tanto en escribir y encima no terminar nunca mi relato del viaje a Egipto pero de verdad que esta vez he tenido motivos de sobra.

Para empezar, la resaca de los premios 20 Blogs en los que, como sabéis, obtuve un meritorio puesto (¡para ser una oveja de peluche no está nada mal!). Pero lo peor han sido cosas de la familia que nos han tenido a todos muy liados. Para empezar mi abuelita Julia, que se cayó de unas escaleras mecánicas ("pa haberse matao" dice mi papi) y se rompió un hombro y para acabar a mi papi, que ya sabéis que es quien me ayuda con el blog (digamos que yo dicto y él escribe ;-), le despiden del trabajo al pobre, después de más de ocho años, así que está algo deprimidillo (bueno, un poquito solo).

Yo de estas cosas no entiendo pero me dice él que la culpa es de la crisis y de las empresas que se están aprovechando de ella para echar a quien les estorba. Dice también que los empresarios son (casi) todos unos cafres que cuando en vez de ganar diez ganan sólo cinco no se les ocurre otra cosa para recortar gastos que echar a la gente, y que en la vida se les pasa por la cabeza que si trataran bien a sus empleados, éstos serían mucho más productivos. En fin, ya digo que yo de esto no entiendo pero me parece a mí que si lo dice mi papi...

¿Alguna noticia buena? Pues que Sofía y yo estamos más unidas que nunca. Y si no echad un vistazo a los achuchones que me pegaba el otro día... Besitos para todos