miércoles, 27 de junio de 2007

Mi encuentro con Sofía

Pues sí, efectivamente, el momento que tanto esperaba ya llegó. Mi encuentro con esa pequeñaja intrusa, la culpable de que se hayan acabado mis días de vino y rosas. Como soy pequeña y no pude ir al hospital, mi encuentro con Sofía fue en casa y os adelanto que se saldó con un fracaso total por mi parte. Y mira que estaba yo mentalizada. La cosa fue como os cuento. Cuando por fin nos vimos cara a cara yo puse mi mirada más dura (lo que no es mucho siendo yo un peluche); sin embargo, bastó una carantoña de esa pequeñaja tan adorable para que me rindiera a sus pies de forma incondicional… No puedo luchar contra mi propia naturaleza, la de todo peluche, que es ser cariñoso y adorable, y si encima la oponente es tan mona…

En fin, arriba nos veis por fin juntitos, ella durmiendo y yo velando por su sueño. Y abajo la tenéis despierta y monísima. Dicen mis papis que es un amor y que si ya trajera un libro de instrucciones o un LCD incorporado donde dijera cuando tiene hambre, cuando sueño y cuando gases ya sería perfecta...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ves molly como no era para tanto? En el fondo los peluches teneis el corazón blandito y la pequeña Sofí necesita el cariño que desprendes... eso si, cuando la veas hacer con los morritos ademan de chupar, mantente alejada, no vayamos a tener un accidente... que los peluches todavia no sabeis dar leche (que yo sepa) y esta niña tiene mucho geniooooo

Ciao Molly!!!!!!

Molly dijo...

Hola tio Huguito

No sí ya lo venía avisando desde el principio; es lo malo de ser un peluche... en fin, gracias por el aviso y espero que pronto podamos ir de viaje los cuatro...

Besos